Descubre las claves para tener una cocina hygge diseñada 100% para ti 🙂

Cuando nos enfrentamos al lienzo en blanco del diseño de una cocina, nos surgen una serie de dilemas que quizá no nos habíamos planteado antes y que sin duda tendrán una importancia relevante en el resultado final. Se trata de decisiones tanto técnicas y funcionales como estéticas que hemos querido recoger en este artículo.

Si estas pensando en renovar tu cocina o te planteas construir una desde cero, ¡este artículo te interesa!

3 dilemas típicos a los que te enfrentas en la reforma de tu cocina ¡y las respuestas!

1. ¿Cocina abierta o cerrada?

Uno de los dilemas más comunes que nos encontramos entre nuestros clientes es si optar por una cocina abierta o una cocina cerrada. Lo cierto es que cada una tiene sus ventajas y muchas veces dependen de la distribución del piso.

Las cocinas abiertas son consideras la opción más polivalente. Muy común en la cultura norteamericana, es una tendencia cada vez más fuerte entre nuestras cocinas.

Si bien es la más adecuada para los pisos pequeños, tiene más que ver con el estilo de vida, la luminosidad y la fluidez de las tareas. Se trata del recurso más utilizado en aquellos casos en los que en el espacio de la cocina no tenga suficiente luz natural y quiera aprovecharse la del salón. Además, aporta una mayor sensación de amplitud en el caso que se cuente con un piso pequeño y facilita muchísimo las tareas, ya que agiliza el ir de un lugar a otro cuando llevamos la comida a la mesa o cuando se trata de recoger. Por último, una cocina abierta siempre dinamizará mucho más la vida familiar, ya que nos permite interactuar mientras cocinamos o limpiamos. Ahora, cocinar con los invitados forma parte de la fiesta y si estamos todos en el mismo espacio, mejor.

Las cocinas cerradas, en cambio, nos permiten tener un espacio independiente que también cuenta con sus ventajas. Por un lado, nos admite jugar con una estética específica, crear un concepto único que no dependerá tanto de la línea del salón, aunque siempre será conveniente que todos los espacios del hogar respiren lo mismo.

Por otro, presenta ventajas en cuanto al orden, el humo y los olores. El hecho de tener la cocina separada nos permite cocinar y limpiar sin invadir otros espacios de la casa.

Existe una tercera opción, cada vez más común, que es optar por las cocinas semiabiertas. Esta propuesta cuenta con las ventajas de las dos últimas, además de tener mucho juego a nivel estético. Nos permiten conectar espacios contiguos, aumentar la sensación espacial y mejorar los flujos del hogar, además de permitirnos cerrar aquellas partes que nos interesen.

Las opciones de separación para este tipo de cocinas son múltiples, como por ejemplo mediante estanterías divisorias, frontales de cristal o puertas correderas.

2.La selección de materiales

La selección de materiales también supone un mar de decisiones. Dentro de una cocina, existen tres ámbitos principales donde deberemos elegir de entre muchísimas opciones.

El mobiliario de cocina: ¿laminados sintéticos, lacados, madera natural?

El mobiliario de cocina nos lleva a cuatro materiales principales: los laminados sintéticos, los lacados, la piedra o la madera natural.

Por un lado, los laminados sintéticos siempre serán la mejor opción en aquellos casos que busquemos variedad en colores y texturas, así como resistencia y facilidad en limpieza. Se trata de un material que cuenta con una buena resistencia al desgaste, el calor, la manchas y la humedad, además que de no cambia de color por la acción o la temperatura. Además, los últimos diseños que nos ofrece el mercado reproducen cualquier material con mucha fidelidad.

Los lacados, por otro lado, son la opción favorita por motivos estéticos. Sin embargo, se trata de un material más caro por el laborioso proceso que implica, además de ser más delicado a la hora de limpiarlo. Este material está disponible en mate o brillo y el mercado nos ofrece una variedad enorme de colores.

También encontramos la piedra. Una de las nuevas tendencias en cocinas de este año que sin duda aporta una línea estética absolutamente potente. Se trata de una lámina muy fina pensada para revestir el mobiliario que aporta una apariencia monolítica y mágica. Sin embargo, uno de los mayores inconvenientes de optar por este material es su elevado precio, ya que su instalación es algo más compleja que otras opciones. Además, la piedra es un elemento frío al tacto, por lo que no es elemento ideal para aquellas personas que busquen calidez.

Si lo es la madera natural. El material orgánico para las cocinas más elegantes y cálidas. Con la llegada de las maderas tropicales, así como los avances tecnológicos en procesos de antihumedad, la madera dejó de ser un problema en su uso en espacios húmedos como la cocina o el baño.

En mobiliario de cocina podemos apostar por la madera maciza, que siempre será más cara, o los muebles revestidos en madera natural, mucho más económicos y disponibles en gran variedad de maderas. Lo único que habrá que tener en cuenta si optamos por esta opción es su mantenimiento regular, para evitar que se estropeé.

Las encimeras: ¿piedra artificial o piedra natural?

 Las dos opciones principales cuando se trata de materiales para encimeras son la piedra artificial y la piedra natural. Las principales ventajas de la primera son su gran resistencia a todo tipo de usos, uno de los elementos que más se buscan en las cocinas, además de su fácil mantenimiento y limpieza. Eso es porque suelen tener texturas poco porosas y el riesgo de humedades es menos elevado. Lo único que se debe tener presente en las encimeras de piedra artificial es que sean resistentes al calor, ya que muchas veces no lo son y reparar este tipo de daño es muy complicado. Actualmente, en el mercado, existen muchísimas opciones de encimeras de piedra artificial absolutamente realistas, resistentes y con una gran variedad de acabados.

Por otro lado, encontramos las encimeras de piedra natural. Sin duda la principal ventaja de esta elección es la nobleza del material. Se trata de un material vivo, orgánico y muy resistente, en especial el granito. Además, existe muchísima variedad de opciones que pueden adaptarse a tu personalidad y estilo. Sin embargo, la piedra tiene un coste más elevado y además requiere de más cuidados; al ser un material orgánico, envejece, por lo que debe ser tratada regularmente con compuestos especiales para mantenerla como el primer día.

El suelo: ¿parquet o porcelánico?

Ahora es el momento de seleccionar el suelo. En este punto, nos encontramos con dos grandes opciones: optar por el parquet natural o por un suelo de porcelana.

El parquet siempre aportará muchísima calidez al espacio. Se trata de uno de los materiales más elegidos en cuanto al interiorismo, además de ser atemporal.  La madera nunca pasa de moda y se adapta a cualquier estilo. Además, se trata de un material natural donde cada suelo es único e irrepetible, con sus propias vetas, nudos, texturas. Sin embargo, cuando hablamos de cocinas, esta elección también cuenta con algunos inconvenientes. En primer lugar, es un material sensible a la humedad por el hecho de ser muy poroso. Eso implica que siempre deberemos aplicar mantenimientos y asegurarnos que queda seco, teniendo en cuenta que la cocina es uno de los espacios con más riesgo a la humedad y al agua. Por otro, es más vulnerable a los golpes, ralladuras y desgaste. Esto último es fácil de reparar con un simple lijado, sin embargo, siempre habrá que ir con ese cuidado.

Otra opción muy común son los suelos porcelánicos, baldosas cerámicas prensadas en seco con muy baja absorción de agua y una elevada resistencia. Se trata de suelos muy compactos y duraderos, además de contar con muchísimas opciones estéticas. Por ejemplo, el porcelánico imitación madera, una opción con un acabado muy realista que cuenta con las ventajas estéticas y ambientales de la madera y las ventajas de resistencia y durabilidad del porcelánico.

3.¿Electrodomésticos vistos o integrados?

Otro de los dilemas más comunes cuando diseñamos nuestra cocina es si optar por un diseño de electrodomésticos a la vista o integrados.

Cuando hablamos de electrodomésticos integrados nos referimos a aquellos que de alguna forma quedan escondidos por el mobiliario de la cocina. Por lo tanto, son invisibles a simple vista. En este sentido, una de sus principales ventajas son su estética, ya que se integran de forma mucho más armoniosa con el diseño, dando un aspecto mucho más homogéneo. Sin embargo, si optamos por esta opción, hay que tener en cuenta que se reducen los modelos y que éstos suelen contar con menos volumen de carga. Además, su instalación es más compleja y seguramente deberemos acudir a instaladores u obra.

Por otro lado, los electrodomésticos a la vista son una opción más económica y mucho más fáciles de instalar. Es cuestión de colocarlos en el hueco correspondiente. Lo que sí puede suceder es que muchas veces el tamaño no coincida y queden huecos que después serán difíciles de limpiar. En cuanto a la estética, los electrodomésticos pueden romper con la línea y diseño de la cocina. Aunque tampoco hay que preocuparse mucho por eso: existen modelos y marcas que ofrecen diseños absolutamente estéticos y que no restarán, sino que sumarán a la experiencia de nuestra cocina.

Estos son solo algunos de los dilemas que deben resolverse cuando queremos plantear nuestra nueva cocina. Existen muchísimas otras variables: la elección de tiradores, los colores, los accesorios, la grifería, el tipo de placa… ¡no hay de qué preocuparse! En The Factöry te guiaremos en todo el proceso y resolveremos cualquier duda que tengas para crear la cocina más adaptada a tu estilo, forma de vida y preferencias. ¡para que puedas vivirla al completo!

¡Ven a The Factöry y hagamos la cocina más hygge de la ciudad!

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